INTRODUCCIÓN
Hubo dos tipos de conquistas: la material y la espiritual. La material es cuando toman al territorio como riquezas y además de posesiones que acuerdan los españoles. La espiritual consta en que obligan a los nativos a creer en un Dios bajo las órdenes de un papa.
Cortés, al llegar a Veracruz, pasó por Xalapa, el cofre de Perote y legó a Tlaxcala. En este recorrido se unieron los cholultecas, otomíes y tlaxcaltecas por la causa del enemigo común: los mexicas. Cortés tocó territorio de Cuitláhuac, señor de Iztapalapa, y por órdenes de Moctezuma albergó a los españoles. El 8 de Noviembre entraron a Tenochtitlan, Moctezuma salió a recibirlos instalándolos en el palacio de Axayácatl. Después de seis días, toma como prisionero a Moctezuma tomando como pretexto la muerte de españoles en Nautla, Veracruz, en ese entonces Cortés comienza a dar órdenes, muchos señoríos se rindieron y sus aliados ayudaron a saquear la ciudad. Los españoles no encontraban la forma de salir de Tenochtitlan, y decidieron hacerlo el último día de junio de 1520, mestizo de Tlaxcala rescató la versión de sus paisanos; los conquistadores, además, perdieron 45 caballos y a esta noche se le conoce como la noche triste. Su retirada duró 7 días hasta llegar a Otumba, donde derrotaron al ejército mexica y se dirigieron a Tlaxcala, los tlaxcaltecas lo recibieron, Cortés planeó la conquista total y poco a poco se redujeron los habitantes a la esclavitud, marcándoles el rostro como al ganado. Nombraron emperador a Cuitláhuac para unirse con Michoacán y Tlaxcala y combatir a los españoles, fracasaron y se dio la epidemia de viruela que duró 60 días. Cortés fue dominando poco a poco a todos los habitantes de la ribera del lago de Texcoco. Nombraron a Cuauhtémoc como monarca, y se dirigió a la defensa de la ciudad. A partir del 13 de Agosto de 1521, Cortés gobernó a título de Jefe del Ejército y atribuyó el Ayuntamiento de la Villa Rica.
DESARROLLO
El día 8 de noviembre de 1519, Cortés y su ejército entraron en la capital del imperio azteca, México-Tenochtitlan. El emperador Moctezuma II, rodeado de la nobleza mexica, lo esperaba. Cortés se apeó para abrazar al señor de los mexicas; pero Cacamatzin, señor de Texococo, y Cuitláhuac, señor de Ixtapalapa, lo impidieron, ya que el soberano mexica era intocable. Cortés se quitó un collar de margaritas y cuentas de vidrio y lo puso en el cuello de Moctezuma, mientras los príncipes aztecas, después de engalanar a Cortés con flores, le colgaron un collar de caracoles del que pendían camarones de oro. Después del recibimiento, Cortés fue hospedado en el palacio de Axayácatl, situado en el centro de la isla-ciudad.
Una vez instalados los españoles en el palacio, surgió la idea de construir su propia capilla y, puesto que Moctezumase había negado a que le eligieran en el templo de Huitzilopotchtli, resolvieron levantarla en su alojamiento, previo premiso del emperador. Buscando los capitanes el mejor sitio para empezarla, un soldado que era carpintero notó en una pared la existencia de una puerta tapida y encalada hacia pocos días. Entonces recordó que se murmuraba que en aquellos aposentos, Moctezuma tenía depositados todos los tesoros que había ido reuniendo su padre, Axayácatl.
Allí entraron Cortés y algunos capitanes y, tras la vista de un enorme tesoro, Cortés ordenó que se volviera a tapiar. Empezó a inquietarles la posibilidad de que fueran asesinados. Cuatro capitanes y doce soldados se presentaron a Cortés para hacerle presente la conveniencia de capturar al emperador y mantenerlo como rehén.
No llegó a haber ningún principio de acuerdo en esta idea. No obstante, una noticia precipitó la resolución.
El pretexto para hacer prisionero a Moctezuma II lo obtuvieron en Nautla, un pueblo totonaca que se había aliado con los españoles. al llegar los señores de México-Tenochtitlana cobrar tributo debido, el cacique totonaca se negó a hacerlo bajo el argumento de que no eran ya vasallos de los aztecas y pidió ayuda a la guarnición española estacionada en el puerto de Veracruz. Ello condujo a una escaramuza entre los bandos que culminó con la muerte de siete españoles, entre ellos en capitán Juan de Escalante.
Cortés al enterarse de suceso, reprochó a Moctezuma II su hipocresía y le tomó como prisionero. Moctezuma fue conducido al palacio de su padre Axayácatl, que Cortés había convertido en su cartel. los vasallos de Moctezuma, al verlo pasar prisionero, se enfurecieron y demandaron arrojar a lo españoles de la ciudad. Cortés exigió a Moctezuma que le entregara el cacique Cuauhpopoca, el noble azteca que había sido, a sus ojos, el causante de la muerte de los soldados españoles. Moctezuma lo hizo presenter juntocon sus amigos notables. Dos días más tarde, Moctezuma recibió la segunda afrenta. Los españoles le encadenaron para poder consumar sin temor alguno la muerte de Cuauhpopoca y su séquito, a quienes dieron muerte atándoles a los postes de una hoguera.
Cuando Cortés tuvo que ausentarse para enfrentar a la expedición de Pánfilo de Narváez dejó como sustituto a Pedro de Alvarado, al cargo de una compañía de 80 soldados que deberían resguardar y proteger al prisionero Moctezuma II, preciado cautivo que les aseguraba la neutralidad de los nativos, ya que el emperador los consideraba enviados divinos y les pedía a sus vasallos los trataran con respeto (aunque la moderna historiografía no acepta una visión tan simplificadora de los auténticos motivos de Moctezuma). La situación de los españoles era en extremo delicada, sabían que eran muy pocos hombres como para contrarrestar un ataque de los mexicas. Alvarado, ante las continuas noticias (o quizá bulos) aportadas por sus aliados tlaxcaltecas y totonacas sobre las intenciones agresivas de sus huéspedes, recurrió a la táctica que tantos éxitos le depararía en el futuro: atacar primero. No está documentado, pero a la vista de los resultados, parece que Tonatiuh trató de descabezar la posible rebelión eliminando la clase dirigente tenochca. La orden de atacar a los señores, que estaban indefensos celebrando un festival religioso para el cual el mismo Alvarado había dado permiso, acabó en una masacre de la clase dirigente de la ciudad. Los aliados indígenas aumentaron el horror de la matanza dando muerte a decenas de mujeres y niños llevados por su inextinguible odio al imperio mexica.
Esta Matanza del Templo Mayor, encendió la mecha de la rebelión. Ésta comenzaría poco después de que Cortés regresara y tratara de calmar los ánimos. Para ello solicitó a Moctezuma II que se dirigiera a su pueblo para tranquilizarlo. En un intento para sofocar el violento tumulto, Moctezuma II se asomó a la azotea (o balconada) de su palacio, instando a sus seguidores a retirarse. La población contempló horrorizada la supuesta complicidad del emperador con los españoles, por lo que comenzaron a arrojarle piedras y flechas que lo hirieron mortalmente, falleciendo poco tiempo después del ataque. Parece claro que Cortés comprendió inmediatamente las funestas consecuencias que tendría lo sucedido.
Según la versión azteca, todos los nobles aztecas que se encontraban en poder de los españoles fueron ejecutados al dejar de ser útiles. Sin embargo la realidad es que varios de ellos sobrevivieron. El Códice Ramírez, escrito después de la conquista por un azteca cristianizado, reclama que a Moctezuma no se le administraron los últimos sacramentos, pues los sacerdotes que acompañaban a Cortés estaban buscando oro, pero en verdad nada se sabe de cierto de los últimos momentos del emperador y parece seguro que no estaba bautizado.
Muerto Moctezuma II, los señores y los sacerdotes eligieron a Cuitláhuac como su gobernante y caudillo de guerra. Éste desplegó gran actividad para alistar tropas, buscar alianza con algunos pueblos cercanos al lago y con los tarascos (de los cuales recibió una clara y prácticamente unánime negativa), y tratar de destruir a los invasores españoles. Sin embargo moriría pronto, víctima de la viruela.
Los combates entre mexicas y españoles duraban ya una semana, los españoles y sus aliados indígenas estaban cercados en el palacio de Axayácatl y sus alrededores casi sin alimentos, por lo que decidieron huir al punto de la medianoche del 30 de junio de 1520. Cortés dio la señal de partida y bajo la consigna de silencio, marcharon por un puente de canoas en dirección a Tlacopan (Tacuba) sigilosamente, cuidando del relincho de los caballos. Al llegar al canal Tolteca Acaloco, una anciana mexica que había salido a tomar agua en un cántaro advirtió la huida de los españoles y avisó a los guerreros aztecas. Pronto empezó a sonar el tambor de piel de serpiente del templo de Huitzilopochtli y los españoles se vieron rodeados por miles de embravecidos guerreros. En cuestión de minutos la laguna que rodeaba México-Tenochtitlan hirvió de canoas repletas de nativos armados de lanzas y flechas, en tanto desde las azoteas miles de guerreros atacaban la retaguardia, otros nativos cortaron los puentes a tierra firme, que estaban hechos de canoas amarradas unas con otras.
Se dice que lograron salvarse los soldados que prefirieron deshacerse de las joyas y oro que cargaban, en tanto que muchos de los que iban lastrados por armadura de acero, barras de oro y joyas murieron ricos. Pero también hay aquí algo de leyenda: en una batalla nocturna sobre una calzada estrecha trazada sobre el agua y atacados por miles de enemigos, a la vez por ambos flancos y por la retaguardia, la salvación sólo pudo proporcionarla el valor o la fortuna. El mismo Alvarado fue salvado por Martín de Gamboa que lo subió a la grupa de su caballo y que declararía luego que éste llevaba únicamente una armadura de algodón de confección mexica y su espada toledana al cinto. Hombres y caballos se ahogaron en las acequias y pozas, se perdió la artillería, los indios aliados de Cortés fueron masacrados (el término es exacto, de más de mil tlaxcaltecas aliados sobrevivieron apenas un centenar) y la mitad de la tropa española quedó muerta y heridos casi todos los demás (Bernal Díaz del Castillo afirma que murieron seiscientos cristianos, más de la mitad de la hueste de Cortés). Se afirmó que el 90% del producto del saqueo del tesoro de Moctezuma se perdió (lo más probable es, sin embargo, que se salvara una cantidad mucho mayor que iría sin duda a parar en las bolsas de los conquistadores).
En Tlaxcala, Cortés reorganizó al ejército, buscó nuevos aliados y construyó trece naves en el lago Texcoco, y tras cortar el acueducto de Chapultepec, atacó por las tres calzadas el 30 de junio de 1521, con un ejército reforzado con 80 000 tlaxcaltecas y soldados procedentes de nuevas expediciones enviadas a Veracruz. Por su parte, Cuauhtémoc, sucesor de Cuitláhuac, había organizado el ejército mexica y reconstruido la ciudad, fortificándola para la guerra. También envió embajadores a todos los pueblos solicitando ayuda, disminuyendo las contribuciones y aun eliminándolas para algunos, pero consiguió pocos aliados. Al mismo tiempo que avanzaba el cerco de Cortés, se sucedían riñas internas entre la clase dominante y parece ser que fueron asesinados muchos nobles, incluidos los hijos de Moctezuma.
Cortés arrasaba la ciudad a medida que la iba conquistando, y los mexicas estaban desmoralizados al verse privados de una clase dirigente que los organizase. Los tenochcas que aún quedaban hicieron base en Tlatelolco y se enfrentaron por última vez a los españoles, logrando hacer prisioneros y ejecutándolos frente al ejército de Cortés. En la refriega mueren los últimos señores y jefes mexicas. El 13 de agosto de 1521, Cuauhtémoc salía de Tenochtitlan para negociar la rendición, siendo detenido en Tlatelolco mientras la ciudad caía en manos de Cortés. Los conquistadores y los tlaxcaltecas, texcocanos, huejotzincas, chalcas, cholultecas y demás coaligados mataron a más de 40 000 mexicas, según las estimaciones del propio Cortés.